¿Y yo qué? – mis necesidades
¿Y yo qué?, y mis necesidades dónde quedan… En algún momento de nuestra vida nos levantamos un día y nos hacemos estas preguntas. ¿Y lo mío qué? Nos educan y nos enseñan a priorizar a los demás olvidando nuestro cuidado.
La necesidad necesita ser vista o reconocida más que satisfecha. Para cuidar nuestra necesidad hay que poner límites y aprender a empatizar con el otro. Habitualmente el problema radica en la estrategia que usamos. Y, generalmente aquellas necesidades que pides más a los demás son las que sufrimos (las que no nos damos).
Los ‘necesito que’ son acciones o exigencias, no son una necesidad real porque no puedes cumplirla sin el otro. Por ejemplo, necesito que mi madre me escuche… debemos bajarla un peldaño hacia la ‘necesidad de’: expresión, ser tenida en cuenta… La pregunta fundamental es ¿cómo puedo cuidar yo de mí? Encontrar acciones concretas que no impliquen al otro. ¿A qué aspiro? ¿Qué creencia tengo sobre esta necesidad? ¿Cuál es mi dolor/tristeza por la necesidad insatisfecha?
¿Y mis necesidades dónde quedan?
Las características de las «auténticas necesidades» son 4:
- son Universales
- hay 10.000 maneras para satisfacerlas
- no es una ‘acción’ (la acción sólo hay 1 manera de satisfacerla)
- y, no depende de una persona o grupo
Todos necesitamos ser queridos, aceptados y apoyados. Supongamos que tu familia no te apoya o cree en ti. Busca otras personas como familia (amigos, tíos, primos…). Suple esas carencias con ellos. Puedes hacer una lista de necesidades simples: abrazo, beso, piropo… Y pedir a personas distintas con exactitud lo que quieres (será algo que al pedirlo te de vergüenza). Uno pide, el otro da.
“La necesidad es maestra y tutora de la naturaleza – Leonardo Da Vinci”
Matilde Pastor – ¿Cómo te puedo ayudar?
A veces es importante dejar que la vida te sorprenda. Descubrir quién eres realmente. Lograr coherencia personal y profesional. Y, apostar por todo aquello que te ilusiona y gusta. Ahí se esconde nuestro gran “talento”.